Un gran paso: aprueban primer ensayo clínico de cannabis medicinal

Por: Guido Rojas

Mientras me sentaba a la mesa a las nueve de la noche en la casa de mi tía, oía en las noticias decir que el Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile aprobó durante la jornada de ayer la realización del primer ensayo clínico que evaluará la eficacia del extracto de cannabis medicinal para la reducción de dolores oncológicos.  La Fundación Daya (principal organismo que defiende la legalización con fines recreativos y medicinales) la Municipalidad de la Florida (la primera donde se plantó cannabis con fines médicos) son los principales propulsores de este proyecto que pretende dar un paso importante en la medicina de nuestro país.

Escuchaba las declaraciones del alcalde de la Florida Rodolfo Carter quien decía que “sí se podrá entregar el aceite de marihuana a los primeros 200 pacientes con cáncer para tratamientos paliativos de dolor. Ellos serán los primeros en América Latina que podrán recibir este tratamiento”. ¡Maravilloso!, me dije. Al fin se podría tener un tratamiento digno a la epilepsia reflectaria y quizás qué otras patologías.

Soy defensor de la legalización del cannabis, debido a su efectivo efecto ante el estrés universitario y psicológico que toda persona sometida a una sociedad marcada por los excesos laborales sufre. Asimismo, apoyo totalmente este proyecto; personalmente mi familia debió afrontar un duro momento cuando mi tía luchó dos años por una leucemia que le costó la vida y dejó una abrumadora y millonaria deuda a mi prima de sólo 15 años por parte de una institución privada.

¿Esto es lo que queremos en nuestro país? Que los centros oncológicos no den el paso que ya dio México hace muy poco por su parlamento, quienes buscan que la Ley General de Salud tenga el compromiso de regular la investigación y producción nacional de estos fármacos.

Cabe destacar un dato importante: como país somos Top Five de consumidores de cannabis según el diario británico “The Telegraph” con un 11,83%. Por lo que es importante que en Chile se inicien este tipo de discusiones sobre el uso medicinal y también recreativo de la marihuana. Lo que propone el proyecto de ley establecido por el Senado Chileno, es un máximo de seis plantas por hogar o un metro cuadrado de cultivo de interior; es decir, un porte máximo de 10 gramos y una tenencia de 500 gramos por hogar.

Es interesante ver que el proyecto deja la puerta abierta para que si un consumidor medicinal exige más cantidad pueda pedir un incremento. ¿Entonces, lo estamos haciendo bien?
La dosificación de los tratamientos medicinales es muy personal. Hay pacientes que con 30 gramos mensuales tienen suficiente para preparar su extracto, pero otros pacientes necesitan 100 gramos. No tiene que ver con la patología, el peso o la edad; es algo personal. 

Una vez más reitero, ¡Que no hayan más esperas y los pacientes puedan recibir un tratamiento óptimo y natural! Total… la salud está primero ¿no?