Paralímpicos 2017, una oportunidad de inclusión
Por Rocío Celis.
Desde el 4 de octubre hasta el 6 de octubre 2017 se celebró la tercera versión de los Juegos Paralímpicos en Antofagasta, con el fin de promover el deporte y la inclusión de las personas con discapacidad. El evento, desarrollado en el Estadio Regional Calvo y Bascuñan, contó con alrededor de 1050 personas asistentes y 49 agrupaciones, además de veintidós auspiciadores como lo son Minera Escondida, Aguas Antofagasta, Unimarc, Automotora León, Hotel Florencia, entre otros.
Esta actividad, que se pudo llevar a cabo gracias a la Oficina para la Integración de Personas con Discapacidad (OID) de la Municipalidad de Antofagasta, tuvo una duración de tres días en los cuales hubieron actividades como futbol adaptado, tenis de mesa, atletismo pista y campo (Jabalina y Bala), Goalball y Bochas. A la convocatoria llegaron diversas agrupaciones y centros escolares de Antofagasta como Teletón, Don Orione, Agrupación Color Esperanza, Sorenial y Escuela E-77. También hubo participación de agrupaciones a nivel nacional.
Una de las agrupaciones más antiguas de Antofagasta es la Sociedad de Rehabilitación del Niño y Adolecente Lisiado (Sorenial), que tiene más de 45 años de existencia y se encuentra en calle Pedro Aguirre Cerda, esquina Félix García. Rosa Vitali, presidenta de Sorenial, mencionó que: “Nosotros trabajamos tres veces a la semana con ellos: lunes, miércoles y viernes, durante todo el día. Ahí proporcionamos almuerzo, once y diversos talleres laborales como cocina, artesanía, hidroponía, manualidades, entre otras”.
Agrupación Color Esperanza, también ubicada en calle Pedro Aguirre Cerda, trabaja con niños y adolescentes con Síndrome de Down. Está agrupación lleva 11 años de existencia, tiene alrededor de 14 alumnos y también profesionales especialista que ayudan en la formación de ellos, como fonoaudiólogos, psicopedagogos, kinesiólogos y profesores de aula. Josefa Castro es coordinadora de Color Esperanza desde hace seis años, y señaló su agradecimiento a iniciativas como esta pues “ellos participan buscando actividad física, no de una manera competitiva, sino más bien participativa”.
En esta actividad de importancia nacional, también hubo la participación de agrupaciones de distintas ciudades. Una de ellas fue la Selección de Tenis de Mesa C11 de Magallanes, la cual trabaja con veintidós niños y es dirigido por José Luis Maldonado (técnico en tenis de mesa convencional y paralímpico), siendo esta su primera participación en los Paralímpicos.
Esta actividad es una excelente oportunidad no sólo para competir deportivamente, sino también para compartir. Así lo sabe muy bien Ángelo, un joven que tiene síndrome de Down (perteneciente a la Fundación Coanil) y que pudo celebrar sus veinticuatro años junto a todos los participantes y coordinadores de los juegos. María Gonzales Tapia, madre del joven, resaltó lo enriquecedora que fue esta actividad, además de señalar lo difícil que ha sido para ellos salir adelante, ya que ella debe trabajar para mantener la casa y le gustaría que existieran más oportunidades para él.
Los Paralímpicos es una actividad nacional que partió como una pequeña propuesta con apenas 450 inscritos el año 2015, hacia el segundo año había 750 inscritos, y en esta oportunidad ya hubo más de 1000 inscritos, lo que demuestra el gran crecimiento que ha tenido y la importancia que poco a poco se gana en todo el país. Antofagasta sigue siendo pionera en inclusión, y actividades como estas, son una muestra más de cuanto hemos avanzado al respecto.