Fitfolk: la fórmula perfecta de cultura y bienestar

Por Camila Toro Aguirre.

Fitfolk es un método para hacer ejercicio al ritmo del folklore latinoamericano, creado en el año 2014 por el estudiante de Pedagogía en Educación Física, Michael Oyanadel. A medida que la disciplina se fue perfeccionando, cada día se hacía más popular entre las alternativas gratuitas para hacer ejercicio en Antofagasta, por lo que actualmente asisten más de 120 personas a cada clase.

Para conocer en profundidad en qué consiste, cuáles son sus beneficios y cómo podemos ser parte de la iniciativa, Michael Oyanadel (más conocido como Maik), nos recibió en la cancha 21 de Mayo luego de terminar una exitosa jornada folklórica, donde nos contó todos los detalles sobre su emprendimiento en la siguiente entrevista.

Maik, antes que todo agradecer tu disposición para realizar la entrevista.
Cuéntanos ¿cómo surgió Fitfolk, esta idea de fusionar el folklore con la gimnasia?

El proyecto nació el 2014 en la Universidad de Antofagasta cuando estudiaba Pedagogía en Educación Física. En la carrera teníamos un ramo de gimnasia entretenida y como a mí siempre me ha gustado el folklore y lo practico de mucho antes, para una evaluación se me ocurrió esta idea de fusionar ambas disciplinas. Con el tiempo fui perfeccionando las coreografías, practicando con harta dedicación, hasta que presenté oficialmente el proyecto a Fitness Chile. Ellos acogieron mi propuesta y con el tiempo empecé a trabajar en la identidad del proyecto para poder consolidarlo. Así fue como llegué al concepto de Fitfolk que posteriormente lo patenté como mi emprendimiento, palabra que viene del compuesto de “Fit” que significa salud o bienestar y “Folk” que significa pueblo. Por lo tanto, la identidad de Fitfolk y la misión que lo mueve es el bienestar del pueblo.

¿Cuáles son los beneficios de Fitfolk?

Además de los beneficios en la salud y el aspecto físico debido al gasto calórico, resistencia cardiovascular, aumento de flexibilidad y motricidad en distintos ritmos, Fitfolk tiene un beneficio  mucho más importante que es culturizar a través del folklore. Las clases  te permiten liberar estrés mientras conectas con la identidad de cada país a través de los ritmos. Por ejemplo, no es lo mismo bailar un reguetón que sentir la gracia de una cumbia colombiana, el ritmo de caporales, el sentido de la cueca; todo tiene una pasión diferente que llega de distintas formas al corazón.

¿Dónde y cuándo se realizan las clases de Fitfolk?

Las clases se realizan los días lunes y miércoles a las 19:00 horas en la cancha del Club Deportivo 21 de Mayo. La duración de cada clase es de 1 hora, en la cual bailamos más de 10 ritmos distintos. Cabe destacar que son gratuitas y constantemente participamos en eventos municipales u otro tipo de actividades, por lo que toda la información al respecto la encontrarán en nuestro Facebook FITFOLK Fitness Folklore.

¿Quiénes pueden realizar este tipo de actividad física?

Este programa está dirigido para todas las personas, es universal como el folklore propiamente tal. Lo que sí es importante es la autorregulación, porque hay cierto tipo de bailes que tienen saltos o agaches y hay personas que por distintos motivos no pueden ejecutar estos movimientos. En ese caso, yo les digo que si no pueden hacer los saltos pueden sentir el ritmo, si lo importante de esto es moverse y sentir; poder conectar con la música.

¿Con qué tipo de música trabajan en las clases?

Fitfolk trabaja con un sistema latinoamericano que incluye folklore tanto nacional como de otros países de Latinoamérica, donde cada canción adquiere una dinámica diferente; a veces trabajamos mayor coordinación, otras veces fuerza, pero lo más importante es que sea una dinámica entretenida.

Maik cuenta que la selección de la música es un factor importante para sus clases, destacando que bailan música folklórica actualizada. “En Fitfolk trabajamos con los clásicos del folklore pero también es importante agregar música folklórica moderna” comentó el instructor, aclarando que la idea de Fitfolk aparte de entregar un sistema folklórico es lograr que la gente se encante nuevamente con el folklore a través de la difusión de grupos emergentes de cada país, ya que “ellos siguen cultivando la música folklórica y al mismo tiempo embellecen los clásicos”.

En las clases que imparte Maik también lo ayudan su equipo de instructores; su amigo Luis Rodríguez que lo acompaña desde el inicio del proyecto y sus hermanos Rogelio Oyanadel y Evelyn Oyanadel, que comparten el amor por el folklore al igual que él. El equipo Fitfolk está presente en todas las actividades, colaborando en las coreografías para que la clase sea mucho más provechosa debido a la cantidad de gente que asiste.

Actualmente, Maik está considerando ampliar la gama del folklore que trabajan, con el fin de que Fitfolk no se limite únicamente a música latinoamericana. “El folklore europeo también es un tipo de ejercicio aeróbico que conlleva harta quema calórica y tampoco existe un sistema que recaude el folklore de la zona, como el griego, croata, alemán, entre otros”, comentó Maik respecto a las novedades de su emprendimiento y agregó que “paulatinamente hemos podido lograr las metas que nos hemos propuesto y soñando en grande, espero que algún día podamos folklorizar a todo el mundo”.

¿Existen clases para preparar instructores de Fitfolk?

Mucha gente se nos acercó con el interés de aprender folklore y poder enseñarlo con la pedagogía que impartimos en Fitfolk, por lo que este año realizamos la primera  certificación de instructores. Pudimos consolidar una alianza con la Escuela Nacional del Folklore y Deportes UA, donde contamos con 5 profesores que ayudaron a instruir a los participantes, no sólo en términos de danza, sino que también fueron instruidos sobre la historia del folklore, expresión corporal, valores del liderazgo y capacidades para dirigir un grupo grande de personas.

La certificación es un hito en la trayectoria del proyecto, ya que les permitió expandir el fenómeno a otras ciudades de Chile, debido a que en el primer proceso de certificación se presentaron 44 personas de todas las edades y profesiones, el 70% eran de otras ciudades, tales como Iquique; Copiapó; Caldera; Santiago; Rancagua; Viña del Mar; Valparaíso y Concepción.

Para expandir la disciplina a otras ciudades, el equipo de Fitfolk realizó una gira por Chile a través del evento “Carnaval Fitfolk 2017”, dando a conocer la entretenida dinámica junto a la primera generación de instructores de la certificación realizada este año. “Este carnaval fue la oportunidad para que los nuevos instructores puedan vivenciar el bailar y dirigir a las personas” con el fin de mostrar sus habilidades arriba de la tarima en sus respectivas ciudades, cumpliendo con la importante misión de folklorizar en otras regiones.