Bachelet es atea y marxista, pero con respeto…

Por Andrés Torres

En un tiempo en que la Iglesia católica no goza del mismo prestigio y confianza que tenía hace bastantes décadas atrás, y que ha sido tan cuestionada por los casos de pederastia, hoy, las declaraciones del abdicado pontífice Joseph Ratzinger, más conocido como “Benedicto XVI”, vuelven a hacer eco en los titulares chilenos.

Para mí, que soy escéptico a la religión y a las divinidades, no deja de ser curiosa toda la parafernalia chilena que gira en torno a los comentarios y decisiones que emite el Vaticano. Además, el concepto de Estado laico de nuestro país, resulta contradictorio si tomamos en cuenta que varios aspectos de la actualidad nacional siguen siendo controlados por la Iglesia.

Dentro del poco tiempo que he vivido, solo he visto el paso de tres Papas por el mundo católico, y para mí, Benedicto XVI es el menos relevante. La cercanía popular de su predecesor Juan Pablo II y la revolución a nivel institucional que ha tenido su sucesor Francisco I, parecen haber opacado el paso del ex líder del catolicismo por el alto mando del trono religioso.

Esta semana, el ex Papa se refirió a Michelle Bachelet como una mujer “atea y marxista” frente al periodista y escritor alemán Peter Seewaldestas. Esto solo ha hecho reafirmar mi postura de que el emérito Papa Ratzinger posee una actitud bastante crítica hacía su entorno, y que no ha querido profesar el debido respeto que tanta falta hace en nuestra sociedad.

Pese a su dichos, es destacable el hecho de que haya querido enmendar en parte el impacto mediático que podrían tener sus primeras líneas, al decir posteriormente que a pesar de eso, de algún modo él percibió en ella “una voluntad ética básica, cercana a lo cristiano”.

Sin embargo, el hecho de que haya catalogado a la actual mandataria como “marxista”, me parece contradictorio, ya que estamos en un país totalmente controlado económicamente por los principales grupos capitalistas, una nación carcomida por una ideología de mercado neoliberal absoluta que ha empobrecido a miles de familias a lo largo y ancho del territorio.

Joseph tiene una mirada muy básica de Bachelet, quien a pesar de no tener la debida aprobación y popularidad de su pueblo, eso no es excusa para que una autoridad eclesiástica, que defiende casos de pedofilia dentro de la iglesia, pueda emitir este tipo de declaraciones que podrían perjudicar, aún más, a una Iglesia católica muy golpeada.